jesus nunca dijo que él era dios

¿Dónde en la Biblia dice que Jesús es Dios? ¿En qué capitulo y versículo Jesús se llama a sí mismo Dios? Sabemos que es el Hijo de Dios.  Sabemos que se proclama Hijo del Hombre (Mt 24, 30), El Mesías (Mc 14, 60-62), el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14, 6)… ¿Pero dónde dice que Jesús sea Dios? Estas y muchas otras preguntas ocupaban la mente de las primeras comunidades cristianas

Jesús nunca se llama, explícitamente, Dios; pero muchas veces habla y actúa como solo Dios hace: Jesús perdona los pecados, cuando solo Dios puede perdonar pecados—causando escandalo entre los fariseos; Jesús concede el Espíritu de la Verdad y de la Vida a sus seguidores, cuando es solo Dios quien puede conceder este espíritu; es Dios quien envía profetas con mensajes y señales, y ahora Jesús es quien envía a sus seguidores a proclamar una Nueva Notica. Las primeras comunidades cristianas, luchaban con estas preguntas. Quizá Jesús era un profeta especial, excepcional, ¡pero solo un profeta! Pero al toparnos, en varios pasajes del Evangelio en los que la gente adoraba a Jesús con un culto debido solo a Dios. Quizá entonces Jesús era realmente Dios con apariencia de hombre. Eventualmente llegaron a concluir que Cristo Jesús era y es verdadero Dios y verdadero hombre.

A lo largo de la historia, la Iglesia ha buscado formas creativas de predicar el misterio de la Santísima Trinidad, como San Patricio, quien lo explicada con un trébol—tres hojas, una sola planta.  San Cirilo usaba la imagen de una llama, que tiene luz, calor y fuego—tres aspectos, una llama. La realidad es que, desde luego, la Trinidad sigue siendo un misterio.

Mystery, Holy Trinity, Blessed Trinity, misterio, santisima trinidad, trinidad, jesús es dios
  • Google+
  • Twitter
  • Pinterest
  • Facebook
Murillo. Abraham and Los Tres Ángeles. Galería Nacional de Canadá

De la boca de los Niños

Un sacerdote visitaba las clases de catecismo, para conocer a los niños Llega a un salón y pregunta que es lo que están estudiando. ¡La Santísima Trinidad!, Responden los niños…

— “¿Qué es la Santísima Trinidad? le pregunta a una pequeña niña.

 — “La Sagdada Tinidad son des pesonas y un Dios”

— “¿Qué fue eso? ¡No te entendí!”

— “Es un mistedio. No se puede entended…”

Evidentemente, un misterio es algo que escapa nuestro intelecto. Pero en griego, la palabra misterio significa de manera especial, algo que solo se entiende cuando se comienza a vivir. Piensa en tu niño de tres o cuatro años, llega y te pregunta: ¿Que es amor? ¿Qué significa? Le podrías responder que el amor es algo que tú y yo compartimos, es lo que tu mamá y yo tenemos, algo que tus maestros y amigos tienen hacia ti. Pero al final, muy seguramente terminemos por decirle Ya lo sabrás, ya lo sabrás… Cuando comiences a experimentar el misterio del amor, de querer entregarte a otra persona y ser feliz haciendo a esa otra persona feliz...

Mirar al Espejo

Lo mismo pasa con la Sagrada Trinidad: es un misterio, de algo que comenzamos a entender cuando lo comenzamos a vivir. Existen complejas teorías teológicas que intentan aproximarse a este misterio. Una de ellas, por ejemplo, es que, cuando te miras en un espejo, ves el reflejo de tu cuerpo, un reflejo superficial de quien eres, solo tu cuerpo. Ese reflejo en el espejo no dice nada de tu pasado, tus relaciones, tus sueños, o tu familia. Es solo un reflejo de tu cuerpo, una imagen muy imperfecta de quién eres. Pero en el caso de Dios, si Él fuera a verse a Sí mismo en un espejo, el vería amor de una forma tan perfecta que su imagen causaría la existencia de una persona, su Hijo, y este Hijo respondería a este amor con tal devoción que, como fruto de este amor entre Padre e Hijo, se engendraría una nueva persona, el Espíritu Santo.

Podemos observar un dinamismo dentro de Dios mismo. Él no es solo una persona, si no tres personas que se aman mutuamente. Dios es una comunidad, una familia. Solo podemos amar cuando hay alguien a quién amar. Entonces, el Amor no es algo que Dios creó o algo que Él hace; el amor es quién Dios es.

Bueno, eso suena interesante, ¿pero qué tiene que ver todo esto con mi vida cotidiana?

La Indita y los Tres Dioses

Cuentan de unos amigos universitarios que decidieron viajar a un pequeño pueblo que acaba de sufrir un desastre natural y tratar de ayudar a reconstruir hogares. Querían no solo trabajar en el pueblo, sino también conocer a los residentes. Cada día se dedicaban también a visitar familias. Llegaron a una casa, tocan a la puerta, y se abrió un poco.

“¿Qué quieren?”

 “Somos estudiantes y estamos de visita. Quisiéramos solo platicar con ustedes, hablar de lo que estamos haciendo, y de Dios

“¿Dios? ¿Qué son, “hermanos”? Oh, ¿son católicos? Bueno, pasen.”

La puerta se abrió y los recibió. Le preguntaron sobre su manera tan defensiva de recibirlos.

Ella les explicó que habían tenido, por semanas, grupos de personas visitando de casa en casa

“Todos bien arreglados. Algunos de ellos conocían bien la Biblia, y eran bastante agresivos al explicar sus puntos. Dos semanas atrás una mujer toco a su puerta, paso sin ser invitada y me dijo,

«Tú eres católica, ¿verdad? ¿Por qué crees en tres Dioses?”

“Yo no creo en tres dioses, ¡Yo creo en un solo Dios!”

“¡No, tú crees en tres Dioses! «Uno llamado Jesús, otro es como un fantasma, y el otro es como el papá de los otros dos”, tomo su biblia y comenzó a recitar pasajes, que si esto y aquello, que el antiguo testamento y el nuevo … ¡Me comenzó a molestar bastante!

“¿Qué sucedió? ¿Qué le contestó?”— le preguntaron los estudiantes.

“Le contesté ‘Mire… Yo no sé nada de Juan 3, 16 o Mateo 1-2-3. ¡Lo que sí sé es que yo soy hija de mis padres, madre de mis hijos y esposa de mi marido, y eso no me convierte en tres mujeres diferentes! Soy la misma mujer’”… Ella simplemente se levantó y se fue…

Los estudiantes recibieron la sabiduría de esta pobre mujer de pueblo.

La Mejor Inversión

¿Pero qué relevancia tiene el misterio de la Santísima Trinidad en mi vida?

Bueno, si tanto tú como yo estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, y quién Dios es es justamente relación, entonces nosotros mismos somos criaturas de relación. Es en nuestras relaciones de amor sincero donde encontramos plenitud en nuestras vidas. Por esto, quizá sería mejor definir nuestra especie no como Homo Sapiens Sapiens (Criaturas que piensan y razonan), si no como Homo Amans (criaturas capaces de amar). Esta es la mejor inversión que podemos dar a nuestra vida, nuestras relaciones.

Si sientes que tu vida está perdiendo rumbo y propósito—que le falta vida, invertir en tu relación con el Padre es crucial.

Si ves que tu matrimonio se desmorona, invertir tiempo, energía, y quizá incluso recursos financieros para un consejero, y trabajar de manera constante en tu matrimonio es esencial.

Si deseas ser un mejor hombre, una mejor mujer, tienes que invertir en tus relaciones: ser un mejor padre, una mejor madre, un mejor compañero de trabajo, un mejor amigo; tomate un tiempo para tus niños, para vivir el domingo con tu familia.

Si buscamos ser mejores seres humanos, debemos entonces de trabajar para tener mejores relaciones.

Si Dios es un ser de relaciones, y nosotros somos a su imagen y semejanza, es nuestro deber trabajar en nuestras relaciones para incluir a Dios en ellas y traer entonces sanación ellas…

Sanación a las peleas entre hermanos, entre padres e hijos, entre amigos y colegas.

Que la Virgen María que conocía a cada persona de la Trinidad nos enseñe a cultivar relaciones saludables y profundas. Que María, la madre de Dios Hijo, la hija de Dios Padre, la esposa del Espíritu Santo, nos guíe y nos muestre el camino.

 

This post is also available in: Inglés

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *